Uno de los momentos más especiales del nacimiento de nuestros hijos es cuando, después de 9 meses, por fin los puedes abrazar. Pues bien, ese contacto además de satisfactorio para nosotros parece que es muy beneficioso para la salud de nuestros hijos.
Hace ya unos años que se viene estudiando los beneficios del método madre canguro. Inicialmente estaba pensado para la atención a los niños prematuros manteniéndolos en contacto piel con piel con su madre y cómo alternativa a la incubadora en zonas dónde su uso era insuficiente.
Según la OMS se trata de un método eficaz y fácil de aplicar que fomenta la salud y el bienestar tanto de los recién nacidos prematuros como de los nacidos a término.
Su práctica es muy sencilla, el niño acostado sobre el pecho de la madre, piel con piel y tapados con una mantita; se trata de que la madre esté el máximo de tiempo posible en contacto con el niño para estabilizar la temperatura corporal y la respiración del recién nacido. Siempre bajo la supervisión de los profesionales de la unidad de neonatos.
Su estudio pone de manifiesto que repercute eficazmente en el control de la temperatura, la lactancia materna y el desarrollo de vínculos afectivos referidos a todos los neonatos, al margen de su entorno , peso, edad gestacional y situación clínica.
Si queréis más información sobre el Método Madre Canguro podéis consultar la guía publicada por la Organización Mundial de la salud: método madre canguro: guía práctica
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